lunes, 31 de marzo de 2008

Al Green.- Tired of being alone



El crujir de la cabeza contra la bota le recorrió todo el cuerpo. Ese sonido se transmitía por todos y cada uno de sus músculos, con una mezcla de asco y orgullo. El vil insecto yacía inerte ante sus ojos, pero sobre todo, había encontrado la prueba irrefutable. El crimen se hacía patente. La cucaracha movía aún sus patas mientras él imaginaba con todo lujo de detalles la futura representación. Sería en la sala, cuanto antes. El cuerpo del delito, ya desaparecido, podría así magnificarse en la imaginación de cada uno. Él, erigido en fiscal abriría la sesión con la exposición del caso, las acusaciones de desorden y malos olores, las conclusiones y la petición de condena.

El acusado, estupefacto, recibiría el mensaje con enojo y probablemente, trataría de defenderse de forma violenta y ruin, sacando a la luz antiguas pruebas de su inocencia, lanzando miradas acusadoras a los presentes.

No fue así, el auto de fe transcurrió con total calma, ya no me importa arder en la hoguera. Y es que no tiene sentido clamar la inocencia cuando uno se sabe condenado, por muy inocente que uno sea [que tampoco es el caso]. Mi conciencia está tranquila. Pero cada día que pasa tengo más claro que necesito un nuevo lugar donde vivir. ¿Sabes de alguno en Barcelona?

domingo, 30 de marzo de 2008

Chema Madoz



Pocas personas pueden emocionarme más que Chema Madoz. Hoy revisité su obra en Tecla Sala y volvió a maravillarme.

sábado, 22 de marzo de 2008

Noir Desir.- Le vent nous portera



Son dias extraños, rápidos y largos. Llegó Víctor a casa, volví a ver a Gilles y Jimena y, como cada viernes, comí con Marta. Le vent nous portera, pero mientras tanto, la vida me devuelve la sonrisa.

domingo, 16 de marzo de 2008

Joan Manuel Serrat.- Para la libertad



El futuro pasa por el divorcio.

Y qué importan ahora cuatro años y medio juntos? Qué importa que conozca -y ame aún- sus heridas más secretas? Qué importa que no me importaran? Ella quiso escapar conmigo y, a fuerza de huir, cayó en su propia trampa. Una trampa que intenté desactivar sin saber qué cable cortar, sin querer saber que era ella quien debía desarmar su propia bomba, sola. Sólo me queda la paz de los muertos, el dudoso honor de saber que con esfuerzo, amor y paciencia construí para ella una espacio donde pudiera ponerse a trabajar, como hace años Ade hiciera por mí.

No creo que ella lea estas líneas, así que si la ves, dile que le deseo mucha suerte y mucho amor, una gran sonrisa y un camino largo. Los mismos que me deseo a mí mismo.

Gracias Paula.

viernes, 14 de marzo de 2008

Annie Lennox.- Everytime We Say Goodbye



Segundas partes nunca fueron buenas. No sufras, no la he vuelto a ver pero casi. Ha empezado la segunda parte de mi particular ascensión al monte calvario. Los trámites para el divorcio han empezado. Llamadas, miedos, abogados, dinero, amores, pisos... todo en forma de un gran circo en el que parece que todo el mundo debe ser hostil y desagradable.

Y yo estoy triste. Yo estoy muy triste. Estoy tan triste como el primer día. Tecleando este dolor para que tú sepas. Describiendo la amargura para no decirle a ella. Hundiéndome en el abismo para buscar el tapón de esta tragadera y dejar ir este mar de lágrimas. Porque yo lo que quisiera es escribirle y decirle que no hay porqué pasar por todo esto, que aquí está mi hombro si necesita llorar, que quedemos para tomar un café, abrazarnos y, así, saber que está un poco mejor, que no soy la causa de su tristeza, que no hay nada que no se pueda arreglar con un abrazo y buena voluntad y decirle que la extraño cada día y que quiero seguir formando parte de su vida.

martes, 11 de marzo de 2008

Antonio Vega.- Esperando nada


Aquel verano mi madre decidió que, entre mis obligaciones, estaría la de ir a buscar la leche. Cada día, me sacaba de la cama a las 8.30 y previa entrega de la botella me enviaba con la bici a la tienda de la Granja Acín.

Era julio, pero las mañanas se me hacían frías, sobre todo después de aquellas noches bochornosas, de sudores, abanicadas por mi abuela hasta altas horas. Yo iba en bicicleta. Le añadía emoción.

Repetí aquella ruta muchas mañanas y crucé muchas veces por delante de la guardería municipal, ocupada solamente en aquellos días por una camada de gatos nacidos algunos meses atrás. A mí me gustaba uno blanco con las puntas de las patas y la cola negras. Le llamé "botines" con la seguridad de que al darle un nombre, sería un poco mío.

Yo le llamaba cada mañana y él asomaba la cabeza por el caminito que atravesaba el jardín. Lo llamaba una y otra vez y él me miraba sorprendido, dudando de mis intenciones. Era demasiado temprano y hacía demasiado calor para jugar, pero sobre todo, él era demasiado miedoso. Demasiadas carreras delante de niños armados con piedras y palos. Demasiado rencor para aceptar un juego infantil, amistoso y desinteresado. Solo una vez se acercó a mí, por curiosidad, pero cuando ya casi mis dedos podían alcanzar su hocico, negro y húmedo, salió corriendo hacia su madre. Su corazón estaba ya cerrado.

lunes, 10 de marzo de 2008

Sigur Rós.- Heima



Aprovecho mis días libres para reconstruir mi vida. Hoy fuí a enviar curriculums y gestionar la invitación de Víctor García a mi casa. Mucho esfuerzo y pocos resultados. El Ipod a todo volumen, pero su voz seguía siendo más fuerte: "dejé de estar enamorada". Mierda! yo tampoco lo estaba! Yo la quería con toda mi alma pero ya no estaba enamorado. Y qué fue de la voluntad, de regar las plantitas, del compromiso... Quién podrá quererla mejor que yo? O cree que vive en un cuestionario de Cosmopolitan?

Ella cruzó el mar. Yo me dejé la piel. Ella me dijo querer la vida que yo quise construir para ella y, cuando la tuvo, decidió abandonarla. Ella quiso gato, Barcelona y papeles grises para el amor, ahora quiere certificar el desamor. Me pide la separación, yo le pido el divorcio. Ella me responde que se alegra que todo vaya bien. Pero no contesta mis preguntas. Y yo estoy triste, aunque no tanto como esperaba.

No tengo abogado y no quiero necesitarlo. Cómo aceptar que su amor no es el que espero?

domingo, 9 de marzo de 2008

Hans Zimmer.- You're so cool



Uno de los muchos días tristes que llegaron después, apagué el móvil y decidí ir a caminar por las montañas. Absurdo: en aquellos valles recónditos no había cobertura.

Caminé buscando un recuerdo negro y brumoso, una antigua cantera de fósiles. Llegué temprano, aparqué el coche en la fuente de La Muria y empecé a andar. Caminé hasta llegar a la nieve. Ahora el camino serpenteaba entre los bosques de pinos, era marzo y mis botas estaban rotas. La nieve caló hasta alcanzar mi pie. La sangre hervía, el aire era de cristal, los fósiles, inexistentes.

De repente, el bosque dejó paso a una pradera. La nieve había desaparecido y el sol se mecía amablemente. Algunas piedras asomaban sobre aquel mar de calma verde. Había caminado durante dos horas y estaba cansado. Quedaba mucho por andar y llorar, pero en aquel momento supe por primera vez que la felicidad no era otra cosa que una decisión. Y sonreí, feliz de conocer mi secreto plácidamente revelado.

viernes, 7 de marzo de 2008

The Kinks.- This Time Tomorrow



Para las voces anónimas y conocidas que me leéis:

Hay días que merecen ser celebrados, porque los ensayos salen bien, porque te cruzas con gente amable, porque pude [por fin] encontrar cinco minutos para responder mails, porque mi felicitaron por mi trabajo.

Por los viejos amigos que llegan. Por los nuevos [y anónimos] amigos.

Y además, ya es viernes

Buenas noches

miércoles, 5 de marzo de 2008

Billie Holiday.- Love For Sale



Urgente! Compro corazón, no importa estado o nación.

Se requiere seriedad y coraje, capacidad de compromiso. Absténganse agencias, amigas malconsejeras con ganas de sembrar cizaña y fans de Ángeles Mastretta. Imprescindible madurez, ideas claras y voluntad de ser amado. Se valorarán conocimientos musicales y arqueológicos - o interés, al menos-.

Razón aquí.

martes, 4 de marzo de 2008

Gil Scott Heron.- The Bottle



Una nota antes del texto: por primera vez en mucho tiempo, la canción no tiene nada que ver con el texto. Me gusta. La volví a oir este sábado y bailé y bailé con ella cuando ya sonaban otras canciones.

Aparte de otros temas laborales un poco rastreros, quiero decir que esta semana realicé en el trabajo un gran hallazgo: Ya sé a qué se dedica todo el personal de sala del museo, durante esas largas horas de mirada perdida, vigilando que nadie se lleve las esculturas de Pablo Gargallo, los cuadros de Fortuny o los ábsides de Taull. Y la respuesta no es otra que aburrirse. Y se aburren mucho. Muchísimo. Tanto que empiezan a imaginar números de cabaret o las privadas conversaciones de Ramón Casas con su amigo Pere mientras se dirigían en Tándem a Sitges desde Barcelona. Si pensamos que esta buena gente pasa un mínimo de cuatro horas y media y un máximo de nueve encerrada en el museo, intuiremos que el grado de aburrimiento y, consecuentemente, imaginativo posee una magnitud inconmensurable.

Tal vez creas que tú también te aburres en tu lugar de trabajo y que también imaginas cosas y que también apuntas en tu agenda la lista de la compra en horario laboral. Confieso que yo, tras el mostrador de información lo hago. Y, tal vez, te preguntes porqué es tan especial este hallazgo. Pues porque, mis compañeros de trabajo eligen un domingo y llegada la fecha acordada se dirigen en tropel a un bar llamado Eléctric y ponen en cuidada escena estas imaginaciones para un público selecccionado con los criterios más exigentes por el departamento de recursos humanos, es decir sus compañeros de trabajo. Cada uno hace lo que quiere (que no significa que pueda): cantar, parodiar, leer poemas, teatro, cabaret... Los guías (la estratificación intelecto-social-laboral va mucho más allá de lo que sospechamos) sacaron un bajo y una guitarra eléctrica y tocaron Jazz, bailamos rumba y cantamos a todo pulmón borriquito como tú, tururú. El chico de seguridad hizo strip-tease. Completo.

Permíteme un inciso en mi relato: tengo la certeza que mañana el tema de conversación en el Museo no será el debate político, ni el retorno de Grissom, sino la medida del miembro del chico de seguridad, que más que animar, decepcionó al personal femenino. Yo no puedo juzgar pues no me hallaba presente -aprovechaba la ausencia de la mayoría femenina en la barra del bar para solicitar una cerveza-. De repente, todas ellas salieron de la sala donde tenía lugar el acto nudista (sin música): algunas con cara de asco, otras simplemente reían mientras indicaban las medidas absolutas del pobre chico estirando el dedo pulgar y doblando el índice, o de forma relativa (comparando su miembro con otras partes anatómicas). Él, ignorante de los comentarios, pasó la noche pidiendo disculpas, pues no había tenido tiempo para ensayar.

Fue una gran fiesta

lunes, 3 de marzo de 2008

Bebo Valdés & Cachao.- Lágrimas Negras



Me quedé sin palabras. Sólo puedo decir Gracias.

sábado, 1 de marzo de 2008

Mario del Monaco.- Nessun Dorma



A veces el mundo me zarandea y me obliga a abrir los ojos de par en par.

Hoy quedé con Leticia para ver algunos videos de denuncia social en el CCCB [me pregunto si servirá de algo que unos niños bien italianos vuelen a República Dominicana para cocinar lasaña y servirla a unos pobres niños, famélicos, desesperados, lo graben y así luego poder salir de gira por los museos del mundo con todos los gastos pagados]

Paseamos por el Raval comentando los videos. Yo tenía que pasar al cajero automático, pero está cerrado por precaución que alguien pueda dormir en ese espacio. Al final de la calle hay otro, éste está ocupado. No se trata de gente que necesite efectivo un viernes por la noche, son una pareja de jóvenes, tal vez tuvieran mi edad, que, tendidos en el suelo entre cajas de cartón, fuman heroina.

Me piden una moneda. No llevo y si llevara no les daría. No quiero que la gasten en droga. De nada serviría darles dinero, de nada les servirá no darles nada. A los dos minutos -la gente frente a mí tardan mucho-, me vuelven a pedir. En la cola, tras de mí, un hombre escucha ópera. Sube el volumen del reproductor. Nessun Dorma. Me estremezco. Nadie duerme, nada puede hacerse, no puedo ayudar, ni luchar contra la falta de esperanza de esos jóvenes. Nessun dorma, entre nubes opiáceas.