sábado, 19 de diciembre de 2009

Feliz 2010!


Hace unas semanas, paseaba por el cementerio de Montparnasse. Cerca de la salida, en una calle principal, cuando mis pies habían tomado ya la determinación del almuerzo, me topé con la tumba de Pierre Larousse. Y Sara, que es mi amiga, aunque me haga dormir en el suelo sobre unos cojines, me detuvo: - Espera, quiero hacer la foto. Sara hizo la foto y yo le expliqué la cantidad de horas que de niño, había pasado estirado sobre la cama de la habitación de invitados de casa de mis padres leyendo al azar artículos de la enciclopedia Larousse. Me encantaba saltar de uno a otro. De una batalla desconocida a un país asiático, de un compositor a una bacteria, de una diosa antigua a un reciente dictador. Y yo soñaba. Imaginaba las perdices que comían Josefina y Napoleón o el ruido de las calles de Pekín. Soñaba las óperas que leía, los movimientos de los átomos. Pero sobre todo, me gustaban las biografías.

Y yo seguía soñando. Y deseaba con todas mis fuerzas que algún día, mi nombre apareciera impreso en aquellas hojas satinadas. Y, tal vez, si se producía la alquimia, imprimirían mi foto en el margen de la página. Pero sobre todas las cosas, yo deseaba dos cosas: un pequeño párrafo al final que indicara a quién había influenciado y que las fechas y lugares de inicio y final de mi vida estuvieran lo más alejadas posible. Ya conocía las primeras, queda por conocer las segundas.

Y así crecí. Y estudié. Y llegué a París, al cementerio de Montparnasse. Y superado todo, llegó mi 33 cumpleaños. Y aquel día, los alumnos no llegaron. O llegaron tarde, y me cantaron cumpleaños feliz y me regalaron una cartulina naranja llena de buenos deseos.

Hoy es sábado, Barcelona queda ya lejos, casi tan lejos como el 17 de diciembre del 1976. Y el trayecto andado se ha hecho corto y queda mucho por andar. Feliz año nuevo!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Miles Davis.- Ascenseur pour l'échefaud



Es mi cumpleaños. Me caen 33 y estoy bien. De hecho, estoy extrañamente bien. Por primera vez en mucho tiempo, las piezas parecen encajar y formar una imagen, aún confusa, pero llena de esperanza. Y es extraño, porque no me siento bien. Tal vez sea la novedad...

Pero es mi cumpleaños y lo voy a celebrar. Porque este año es digno de celebración, creo que lo sabes. Y si no, la misma decadencia de este blog no deja de repetirlo. Todo va bien. Y aunque no encuentro un amor, o sigo sin aprender a decir "no", las cosas van bien, relativamente bien. Desde luego, no tengo motivos para estar eufórico. Todo se tiñe de un gris calido y esperanzador, que nunca acaba de tornarse en llama de realidad, pero confortable. The Stranglers y Golden Brown.

Así que es mi cumpleaños y me voy a abandonar. Saldré, desde luego, y celebraré. O tal vez, anule todos mis compromisos y me dedique a pasear y tomar decisiones, a sentir mis pasos, respirar y, permitirme mirar atrás una vez, ver el trayecto andado. Y disfrutar de las vistas, hasta llegar a la certeza: estoy bien.