sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz 2012


Crear documento: Menú tabla. Crear: 2 filas, 2 columnas. Como en el fondo me importa, cambio el tipo de letra TREBUCHET MS. No soporto Times New Roman. Y empiezo a escribir: las ilusiones y decepciones, los proyectos y fracasos,... cada uno a su lado: lo aprendido y lo olvidado, las llegadas y partidas, los trabajos y los días, las ausencias y los lugares.

Y como cada año, me sorprendo de lo bueno y de lo malo. A veces dudo en qué columna colocar un recuerdo, pero siempre acaba cayendo al lado positivo. Prefiero vivir algo que imaginarlo. Y entonces sonrío, sonrío como no lo hice entonces. Empiezo a amar ese recuerdo.

2011 ha sido un año tranquilo y amargo, con un ligero sabor a mar y mucha montaña. Gracias por estar ahí, ahora o siempre.

Espero verte el año próximo para darte un abrazo

viernes, 30 de abril de 2010

Manel.- Dona Estrangera

Manel "Dona estrangera" from Manel on Vimeo.



Mis conquistas no se cuentan por docenas. No creo equivocarme si digo que se pueden contar con los dedos de las manos y tampoco quiero aburrirte con la comprobación. Reconozco también que, obsesivo como soy, este pequeño revés de la naturaleza, me concede mucho tiempo para analizar y reflexionar al respecto.

Así pues, hace ya tiempo me di cuenta que las mujeres que se sienten atraídas por mí siguen un patrón: son extranjeras, mayores que yo, y normalmente, con novio / pareja. En fin, un desastre. No voy a flagelarme, mi soltería me permite estos lujos y, al fin y al cabo, hace tiempo que aprendí que no soy yo quien toma las decisiones en estas lides. Sin embargo, la situación empieza a molestarme.

Hace algunos fines de semana, tras un largo día de estudio, decidí bajar a tomar mi copa de vino. De hecho, había quedado con Iván, que siempre es un aliciente, quien me había prometido traer a dos de sus hermanas, que son dos alicientes.

Así pues, pasadas las diez y media, me calzo el abrigo y me pongo los zapatos. Ni siquiera me perfumo. Recorro la calle pensando en el examen del miércoles y si debería salir. Pero al llegar al bar, las dudas desaparecen: el grupo que actúa esta noche es realmente bueno. Pido mi vino, Iván me espera en el mismo lugar donde nos despedimos ayer, me presenta sus hermanas, pero la música me atrapa y me dejo llevar.

El primer vino se convierte en el segundo. El concierto acaba y le sucede la conversación acalorada por el vino y la compañía. Llegan más amigos y el tercer vino. Los amigos se van, Iván pide una botella. Brindamos con los músicos, charlamos y poco más tarde Toni, que soporta pacientemente nuestros chistes y borracheras, enciende las luces y nos envía a casa. Son las cinco.

El bar está vacío. Yo busco mi cartera y mi abrigo, pero no aparecen. Iván ha encontrado un corazón y se lo lleva a casa. Sólo quedan los músicos, Toni y yo. El abrigo, con las llaves y la documentación no están. El telón de la noche ha caído. La luz artificial me ciega. La magia se ha roto y no tengo dónde ir. Mi pensamiento se precipita en espiral: y empiezo a recordar que dejé el abrigo en una silla, frente a aquel chico. Aquel chico, con el que no he hablado jamás. Aunque lo conozco, ella me habló de él. Sí lo conozco.

MIERDA! Cómo pude ser tan estúpido! Lo tenía delante, me reconoció!!!
- No te preocupes, puedes venirte con nosotros. Te prestamos una chaqueta y vienes al hotel. Hay camas para todos...
- Gracias chavales, pero seguro que aparece...

Pero no aparece. Y me voy con los músicos y duermo con Jaume [Gracias por la chaqueta]. Afuera empieza a amanecer y escucho cómo los coches se hacen más presentes. Y le veo entrando en mi casa, ciego de odio, ha revisado la cartera y ha encontrado mi dirección, sonríe mientras busca la llave para abrir la puerta. Lo destroza todo, mientras en la calle pasa el servicio de limpieza, se lleva mi ordenador: mis documentos, mi música, mis descargas, mi PC, mi vida. Todo. Y me odio a mi mismo por ser doblemente estúpido. Lo merezco.

O tal vez, no sea tan trágico... Por lo menos, Mercé tiene una llave de casa. Podré entrar y buscar entre mis cosas destrozadas una escusa que contar a la propietaria. Cada vez que cierro los ojos, veo su mirada clavada en mí.

A las diez, decido que ya es tarde. Debo levantarme, llamar a Mercé. Recuperar la llave y mi vida. Pero antes pasaré por la puerta de casa para asegurarme.

Me lavo la cara, Jaume está despierto, me despido, me calzo y me voy. En la calle, todo es luz pero el aire es frío. No me atrevo a pasar por casa. Llamo a Mercé, que ya está despierta. Recojo la llave y empiezo a asumir que todo se ha perdido. Desayuno con ella. La esperanza seguirá viva mientras no llegue a casa.

Son las 11.30 y se ha acabado el café. Recojo mis cosas y me voy. Bajo por las escaleras. Por la calle, recuento las copias de seguridad, los archivos enviados por mail, el examen del miércoles para el que no he estudiado lo suficiente y trato de convencerme de que existe una razón para todo. Aún no he llegado a casa cuando suena el teléfono. No reconozco el número, pero no es él. Es una voz femenina:
- Hola! Soy María. Tengo tu abrigo! Me lo llevé por error con mi abrigo.
Mi cuello cruje mientras dibujo una sonrisa.
-Gracias. ¿Puedo localizarte en este número para pasarlo a recoger?
-Desde luego.

Cuelgo. Hace sol y el aire se ha calentado un poco. Tengo un mensaje: Je suis seule jusqu'à demain. Viens?

sábado, 13 de marzo de 2010

Ethel Waters - What Did I Do To Be So Black And Blue?



Me despierta el sentimiento. El sol ha salido ya, pero no molesta, me retuerzo en el edredón, intento evitarlo. Me persigue y me despierta. Está ahí y no puedo esquivarlo: extraño los buenos tiempos.

Inicio la rutina matutina. Buscar las zapatillas, encender la radio, ir al baño, afeitarme, entrar en la ducha, el desodorante, la ropa limpia,... Es la magia de la repetición: el mantra del agua de colonia, el placer de no pensar.

Me siento ante el ordenador y el sentimiento me encuentra de nuevo. Y entonces llegan las preguntas, las decisiones, las montañas, las miradas de los que escribieron mucho antes que yo. Qué difícil escribir, el día después de la muerte de Delibes.

martes, 9 de marzo de 2010

Echo And The Bunnymen.- The Killing Moon



Son las fotos de mi naufragio,
Un suculento pollo de cartón,
Las ruinas de mi matrimonio.

Son lunas vacías
Es segar un campo ya trillado
Es un dolor, un ansia
un color muy conocido.

Es un vientre yermo,
La traición en un espejo.
Es la imaginación de un muerto.
Es un paquete que no contiene nada,
Pero bellamente envuelto.

Es otro brindis a la luna
Otro repetir de nuevo
Lo que ya se ha dicho.
Todo eso, y poco más,
cicatriz, cartón,
trillo y traición,
es Novilunio.

En la Trattoria Il Brigante. Y esta es una canción que no merecen.

sábado, 20 de febrero de 2010

Christina Rosenvinge & Leonor Watling.- Come As You Are



Supongo que todo comenzó ayer por la tarde. Tenía todo el trabajo que puedas imaginar: 125 exámenes por corregir sobre Economía del siglo XIX. La perspectiva para la tarde no podía ser más aburrida. Fue entonces cuando empecé a sentir la presión sobre la última muela del juicio: mierda! un flemón, que además, aumentaba de tamaño con cada respuesta que leía. Así pues, me decidí a llamar a Pierre y huir de la responsabilidad: cenaríamos en su casa. Me calzo los zapatos, me pongo el abrigo, cojo las llaves y bajo directamente al súper a comprar una botella de vino.

Para llegar a casa de Pierre, necesito coger dos autobuses -inconvenientes de la vida sin coche propio-. El primero llega puntual, en el ipod Ute Lemper. Llego al primer destino, pero el segundo autobús ya se ha ido. Son las 9 y el servicio se ha acabado.

Decido hacer autoestop,y mientras tanto, acercarme a pie por una carretera desierta en medio de las montañas, donde los conductores no esperan un peatón y pisan el acelerador. Por suerte, las luces de los coches me ayudan a prevenir su llegada y llevo mi sombrero, de gran ayuda contra el frío.

Finalmente, llego a casa de Pierre. ¿Cómo que llegas tan tarde? -Me distraje. No quería decir que por orgullo no le llamé para que me viniera a buscar en coche y, además, no encuentro una excusa mejor.

Cenamos, charlamos y la pasamos bien, pero todos estamos cansados. Me quedo dormido en el sofá. Y cuando despierto, me han preparado una cama. Alcanzo a farfullar un buenas noches, me quito los pantalones, las gafas y me meto en el saco de dormir. Acto inútil porque no dormiré y no es que haga frío, haya ruidos o luz, no hay pesadillas,... pero no duermo, tampoco es desagradable, pero no duermo.

En fin, nos despertamos, café para todos, nos despedimos: ellos se van a esquiar, yo a corregir. Decido bajar andando, y ya de camino, me caigo por una cuesta: pantalones manchados muslo magullado y sorpresa -¿Cómo pudo ser? Tomo el camino de regreso pero me pierdo, el ipod se ha quedado sin batería y acabo trepando por una margen, para acabar en un corral de caballos. Ni rastro del camino, así que regreso a la carretera por miedo al dueño del establo y del caballo. Ya en la carretera, decido llamar un taxi, pero he olvidado el móvil en casa de Pierre.

Puede que hoy sea uno de esos días en que todo vaya mal. Pero ante la adversidad, valdrá más sonreir, pero también tomar un bus para llegar a casa. Llego a la parada del autobús, espero 10 minutos, no pasa, sigo esperando y me encuentro con un alumno que me dice que se sacará el carné de conducir el próximo miércoles -durante mi clase-, pero no hay ni rastro del bus, hace frío aunque el día está soleado, así que llama al novio de su madre, que le viene a buscar. Me ofrece subir al Fiat Panda y acepto, sin ver que el asiento trasero está mojado. Parece de perro. Y yo sonrío, pero al bajar del coche siento que mis pantalones sucios de la caída también están mojados.

Pero llego a casa y todo está bien: el flemón deshinchado, el susto pasado, las piernas magulladas, conecto el ordenador y pongo a cargar el ipod. Escribo a Pierre para recuperar el móvil. Y se me ocurre que cuando todo va mal, habrá que reirse de todo. Me ducho. Pongo la lavadora y escribo estas líneas que alguien leerá: habrá que sonreir.

domingo, 31 de enero de 2010

PJ Harvey.- Dear Darkness



- Siempre hay que tenerle respeto, pero miedo jamás.
Tío se despertó a la conversación de repente. Rafa, el amigo de su hijo que había venido a cenar a casa para celebrar la fiesta contaba
- Sí, siempre respeto, pero nunca miedo. Porque el jabalí huele el miedo y entonces, ataca. Y nada más peligroso que un jabalí. No te fíes jamás. Por eso yo he dejado de cazar jabalíes, desde aquel día que los perros lo encontraron en el barranco del Ariño. Venga a ladrar a las zarzas! El jabalí empezó a correr a cruzar por bosque cerrado. Me rasqué toda la cara, en una zona de carrascas, se me quedó la gorra atrás y ya no la pude recuperar. Yo llevaba un mono ancho, azul y viejo que no me dejaba correr, casi pierdo a los perros que seguían corriendo detrás de él. Para colmo, cerca de una cequia, el terreno cedió y caí al barro. Mi compañero no llegaba así que me tuve que apañar solo. Al final, dolorido, mojado y entumecido, me encuentro al jabalí atrapado en un barranco. No tenía forma de salir de allí, yo le cerraba el paso. El sol se había levantado ya pero la luz no llegaba a la profundidad del bosque, que desprendía un olor húmedo de hojas podridas. Los perros ladraban enfurecidos, querían acercarse más, saltar sobre él. El jabalí amagaba con atacarles, amenazaba con los colmillos, rascaba nervioso el suelo. Yo podía escuchar su respiración. Mi compañero seguía sin aparecer. El jabalí me miraba mientras yo le apuntaba con la escopeta, su respiración cada vez más fuerte, se acompasó con la mía. No podía fallar. No había otra opción. Debía matarlo de un solo disparo o, ardiendo de rabia y dolor, se abalanzaría sobre mí, y no habría forma de escapar. Lo dejé ir. Subí el margen, llamé a los perros y me fui. Aquel día se los dije, no me volváis a llamar: yo no cazo jabalí.

domingo, 3 de enero de 2010

Death Cab For Cutie.- I will possess your heart


Gran intro, gran bajo, gran letra. Definitivamente, mi canción para entrar en 2010.

How I wish you could see the potential
The potential of you and me
It's like a book elegantly bound
But in a language you can't read just yet

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

There are days when outside your window
I see my reflection as I slowly pass
And I long for this mirrored perspective
When we'll be lovers, lovers at last

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

I will possess your heart
I will possess your heart

You reject my advances and desperate pleas
I won't let you let me down so easily
So easily

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

I will possess your heart
I will possess your heart

sábado, 19 de diciembre de 2009

Feliz 2010!


Hace unas semanas, paseaba por el cementerio de Montparnasse. Cerca de la salida, en una calle principal, cuando mis pies habían tomado ya la determinación del almuerzo, me topé con la tumba de Pierre Larousse. Y Sara, que es mi amiga, aunque me haga dormir en el suelo sobre unos cojines, me detuvo: - Espera, quiero hacer la foto. Sara hizo la foto y yo le expliqué la cantidad de horas que de niño, había pasado estirado sobre la cama de la habitación de invitados de casa de mis padres leyendo al azar artículos de la enciclopedia Larousse. Me encantaba saltar de uno a otro. De una batalla desconocida a un país asiático, de un compositor a una bacteria, de una diosa antigua a un reciente dictador. Y yo soñaba. Imaginaba las perdices que comían Josefina y Napoleón o el ruido de las calles de Pekín. Soñaba las óperas que leía, los movimientos de los átomos. Pero sobre todo, me gustaban las biografías.

Y yo seguía soñando. Y deseaba con todas mis fuerzas que algún día, mi nombre apareciera impreso en aquellas hojas satinadas. Y, tal vez, si se producía la alquimia, imprimirían mi foto en el margen de la página. Pero sobre todas las cosas, yo deseaba dos cosas: un pequeño párrafo al final que indicara a quién había influenciado y que las fechas y lugares de inicio y final de mi vida estuvieran lo más alejadas posible. Ya conocía las primeras, queda por conocer las segundas.

Y así crecí. Y estudié. Y llegué a París, al cementerio de Montparnasse. Y superado todo, llegó mi 33 cumpleaños. Y aquel día, los alumnos no llegaron. O llegaron tarde, y me cantaron cumpleaños feliz y me regalaron una cartulina naranja llena de buenos deseos.

Hoy es sábado, Barcelona queda ya lejos, casi tan lejos como el 17 de diciembre del 1976. Y el trayecto andado se ha hecho corto y queda mucho por andar. Feliz año nuevo!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Miles Davis.- Ascenseur pour l'échefaud



Es mi cumpleaños. Me caen 33 y estoy bien. De hecho, estoy extrañamente bien. Por primera vez en mucho tiempo, las piezas parecen encajar y formar una imagen, aún confusa, pero llena de esperanza. Y es extraño, porque no me siento bien. Tal vez sea la novedad...

Pero es mi cumpleaños y lo voy a celebrar. Porque este año es digno de celebración, creo que lo sabes. Y si no, la misma decadencia de este blog no deja de repetirlo. Todo va bien. Y aunque no encuentro un amor, o sigo sin aprender a decir "no", las cosas van bien, relativamente bien. Desde luego, no tengo motivos para estar eufórico. Todo se tiñe de un gris calido y esperanzador, que nunca acaba de tornarse en llama de realidad, pero confortable. The Stranglers y Golden Brown.

Así que es mi cumpleaños y me voy a abandonar. Saldré, desde luego, y celebraré. O tal vez, anule todos mis compromisos y me dedique a pasear y tomar decisiones, a sentir mis pasos, respirar y, permitirme mirar atrás una vez, ver el trayecto andado. Y disfrutar de las vistas, hasta llegar a la certeza: estoy bien.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Crosby, Stills & Nash.- Teach Your Children



A pesar de mi educación, no soy muy dado al proselitismo. O eso creo. Si bien es cierto que mantengo este blog -con sus altibajos- donde muestro la música que me mueve y me conmueve, en ningún caso creo estar obligando a nadie a escucharla, o incluso a creer a pie juntillas las ideas que aquí se exponen.

No hasta hoy. El jueves me pasaron un texto de 55 páginas llamado Panfleto antipedagógico, en el que Ricardo Moreno Castillo analiza el estado de la educación en nuestros días, empezando por el mito de la motivación del alumno, siguiendo por una defensa numantina de la memorización, la educación obligatoria, la buena educación y otros tantas cuestiones relacionadas con la docencia y la pedagogías actuales. Y estoy de acuerdo con él: varias cosas no funcionan como debieran en el sistema educativo actual. Y creo, también, que te podría interesar.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Tom Waits.- November



Noviembre cayó sobre mí en París. Llovía y, aunque había llevado algunos exámenes por corregir, no quería quedarme en casa. Tampoco cogí el paraguas.

La lluvia en París son estrellas en mi abrigo largo. Noviembre es Tom Waits y una sierra que sueña música.

París es ciudad, son coches, ruído, jardines y la casa de Sara. Trenes a medianoche y Miles Davis en la Cité de la Musique. Udon en Opera y Tajine en Denfert. París son vacaciones.

París es infinito, pues acaba en el mismo puente que empieza. París es Hitler ante la torre, es la paz en el cementerio: Cortázar, Porfirio Díaz, Satie y la Comedie Française.

París son disfraces, miedos y montañas rusas, París es noviembre.