viernes, 25 de abril de 2008
Frank Sinatra.- It was a very good year
No nos engañemos, 1966 no fue un año muy bueno para Sinatra. El swing era música antigua, Elvis era música antigua, los Beatles habían arrasado Estados Unidos el año anterior. Tenía 54 años, su estrella caía y su vida personal se derrumbaba.
A principios de año, Sinatra busca refugio en un hotel de Las Vegas y se reúne con un viejo amigo: Count Basie. Basie era un pianista de probada reputación, dirigía su propia orquesta desde 1952 y había conseguido colocarla entre las mejores del momento, compitiendo con Nelson Riddle, Billy May o incluso Duke Ellington. Le llamaban el Rey del Swing. Ya había grabado dos discos con Sinatra, pero nunca en vivo. Por aquel entonces, Basie se hacía acompañar por un joven muy prometedor llamado Quincy Jones.
Y allí, en el Hotel Sands, en dos sesiones, 26 de enero de 1966 y 1 de febrero de 1966, Sinatra y Basie hicieron renacer la magia. Sinatra canta entre amigos, bromea con el público, lo pasa realmente bien... La orquesta, perfectamente engrasada, se adapta a la voz con precisión milimétrica: se persiguen y se encuentran en una conversación que recorre el repertorio clásico de Sinatra: Come Fly With Me, I've got you under my skin, I've got a crush on you, One For My Baby (And One More for the Band) se suceden ante el entusiasmo del público, pero también canciones nuevas como September of my years o It was a very good year. Sinatra canta las de siempre como nunca, "Nada ha cambiado" parece proclamar. Pero el mundo estaba muy lejos de Las Vegas, y Sinatra y Las Vegas parecían estar muy alejadas del mundo.
1966 quedó lejos de ser el mejor año para Sinatra, pero "Live at the Sands with Count Basie" sigue siendo uno de sus mejores discos.
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