viernes, 7 de noviembre de 2008
Arvo Pärt.- Fratres
Me sorprendió ver las nubes. No porque estuvieran allí, como siempre, sino porque hacía tiempo que yo sólo miraba al suelo.
Desde mi ventana, las nubes se mostraban especialmente insolentes, ignorando a las montañas ya nevadas, que parecían estirarse y ponerse de puntillas para así, arañarles la panza y retenerlas entre las valles.
Convencidas ya de su vano intento, las montañas se reían por lo bajo, crujiendo los dientes. Ellas llevan aquí mucho tiempo y han visto pasar a muchas como ellas e incluso mejores y saben que su destino no es otro que precipitarse al vacío, tal vez en forma de nieve. Y entonces las montañas, que no tienen piedad, mirarán a las nubes con sorna para decirles, vés? te lo dije.
Como aquel retrato en la pared. Durante aquella excursión. Cuando la nieve no nos dejó avanzar más allá. Era Abril. Tú tomaste la cámara y sacaste la foto. Yo miré al objetivo resignado... Quería enseñarte mi refugio en la montaña. Click! Ya no lo volvimos a intentar...
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