martes, 23 de diciembre de 2008

Gabriel Fauré.- In Paradisum



Este año caía en domingo, así que no hizo falta marcarlo en rojo en el calendario. Aunque otros años lo hago. El 21 de diciembre es una fecha especial, en mi anuario personal, es el día de la esperanza. Aunque sé que queda por delante el invierno [este año, más gélido que nunca] el sol empieza a abrirse paso. Los días empiezan a crecer. El año acaba para cambiar de piel en uno nuevo.

Este año no fue excepción. El rojo del calendario marcó la llegada del invierno y el fin del otoño y con él la bienvenida de Pablo y la partida de la abuela de Marta. Y yo te lo explico con el corazón alegre y en pena, desde mi ventana, torre roja sobre la vida, sonriendo con lágrimas en los ojos, con el sol en la cara.

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